domingo, 17 de agosto de 2008

Impresiones marruecas. Apuntes de viaje al Marruecos actual. Manuel Arroyo Durán


"Hoy, como ayer, como desde los primeros días de estancia en este país, volveré a curzarme con los mismos personajes, a oír las mismas palabras y a ver los mismos gestos: Mohamed, Thaisir, el viejo paralítico, las chicas de la peluquería de señoras, la de la pequeña boutique en cuyo interior no he visto jamás a ningún cliente, los jóvenes de la academia de informática de la esquina, los mendigos orinando en la fachada de la iglesia evangelista...
Oiré de nuevo los cánticos de los ciegos y las notas rasgadas de un laúd a las puertas de la vieja medina, junto a niños que malduermen en el suelo -semidrogados- en el regazo de sus "madres de alquiler" y a los lisiados que se empeñan en mostrar sus muñones a cambio de caridad.
Es más fácil dar caridad que otorgar justicia. Ellos lo saben, como saben también que es menos arriesgado y menos violento extender la mano que gritar y manifestaree contra la opresión, la desigualdad y las miserias. También aquí como en la España del nacional catolicismo, en el nombre del todopoderoso, se les utiliza para dar rienda suelta a la lástima y al perdón como antídoto contra los deseos de justicia y las tentaciones revolucionarias."

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