sábado, 27 de diciembre de 2008

miércoles, 24 de diciembre de 2008

La insoportable levedad del ser. Milan Kundera


"Así ocurrió precisamente el día en que encontró por primera vez a Tomás. Iba sorteando a los borrachos en su restaurante, con el cuerpo inclinado bajo el peso de las cervezas que llevaba en la bandeja y el alma estaba en algún lugar del estómago o del páncreas. Y precisamente entonces la llamó Tomás. Aquella llamada fue importante porque provenía de alguien que no conocía ni a su madre ni a los borrachos que diariamente le dirigían los mismos comentarios vulgares. Su condición de forastero lo situaba por encima de los demás.
Y había otra cosa más que lo situaba por encima del resto: tenía en la mesa un libro abierto. En ese restaurante nunca nadie había abierto un libro en la mesa. El libro era para Teresa la contraseña de una hermandad secreta. Para defenderse del mundo de zafiedad que la rodeaba, tenía una sola arma: los libros que le prestaban en la biblioteca municipal; sobre todo las novelas: había leído muchísimas, desde Fielding hasta Thomas Mann. Le brindaban la posibilidad de una huida imaginaria de una vida que no le satisfacía, pero también tenían importancia para ella en tanto que objetos: le gustaba pasear por la calle llevándolos bajo el brazo. Tenían para ella el mismo significado que un bastón elegante para un dandi del siglo pasado. La diferenciaban de los demás."

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Are you experienced? William Sutcliffe

"'What are you reading?', said Liz.
'The Gita', he said, holding up a copy of the Bhagavad Gita.
'Oh, wow', said Liz.
'Is it any good?' I said.
He gave me a patronizing look. 'Good? This is the Gita we're talking about, here. I mean, is the bible any 'good'?' He made the inverted commas with his fingers.
'Dunno. I've never read it. I expect it's got a few good bits.'
He turned to Liz, ostentatiously addressing his comments away from me.
'It is the book. It explains everything you need to know about India. You can't come here and not read it.'
'I thought the Lonely Planet was the book. Is the Bhagavad Gita better than the Lonely Planet, then? Are the prices more to-up-date?'
They both ignored me."

sábado, 6 de diciembre de 2008

1984. George Orwell.


"Pero también resultó claro que un aumento del bienestar tan extraordinario amenazaba con la destrucción - era ya, en sí mismo, la destrucción- de una sociedad jerárquica. En un mundo en que todos trabajaran pocas horas, tuvieran bastante que comer, vivieran en casas cómodas e higiénicas, con cuarto de baño, calefacción y refrigeración, y poseyera cada uno un auto o quizás un aeroplano, habría desaparecido la forma más obvia e hiriente de desigualdad. Si la riqueza llegaba a generalizarse, no serviría para distinguir a nadie. Sin duda, era posible imaginarse una sociedad en que la riqueza, en el sentido de posesiones y lujos personales, fuera equitativamente distribuida mientras que el poder siguiera en manos de una minoría, de una pequeña casta privilegiada. Pero, en la práctica, semejante sociedad no podría conservarse estable, porque si todos disfrutasen por igual del lujo y el ocio, la gran masa de seres humanos, a quienes la pobreza suele imbecilizar, aprenderían muchas cosas y empezarían a pensar por sí mismos; y si empezaran a reflexionar, se darían cuenta más pronto o más tarde que la minoría privilegiada no tenía derecho alguno a imponerse a los demás y acabarían barriéndoles. A la larga, una sociedad jerárquica sólo sería posible basándose en la pobreza y en la ignorancia."

jueves, 4 de diciembre de 2008

Kamasutra. Luci Gutiérrez. Textos Felipe G. Gago


"El tipo con cara de prisa avanza por la acera. Lleva una gabardina en una mano y un enorme ramo de flores en la otra.
Empieza a lloviznar y el tipo con la cara de prisa ahora mojada se para y mira las nubes como si las pidiera cuentas. Sabe que se debe poner la gabardina si no se quiere empapar. Hace un gesto natural, estira la prenda y se dispone a embocar la mano por la manga, pero ahí está el ramo de flores. Mira a su alrededor, busca algún sitio donde dejar las flores para hacer la maniobra, pero no lo hay.
El tipo con la cara de prisa ahora casi chorreando sujeta el ramo entre sus piernas e, inclinándose hacia atrás, se pone su gabardina lentamente. Durante unos segundos está ahí, en medio de la calle, el hombre mejor dotado de la ciudad, con un enorme ramo de flores entre las piernas, la gabardina abierta, en impúdica exhibición, monumento vivo del porno sentimental."