sábado, 31 de enero de 2009

El doctor Zhivago. Borís A. Pasternak.

»Yo vivo en una populosa encrucijada de la ciudad. Moscú en verano, cegadora de sol, ardiendo en los asfaltos de sus patios, que lanza reflejos desde las ventanas de los pisos su­periores y respira la floración de las nubes y de las calles, me rodea por todas partes y hace dar vueltas a mi cabeza, y quiere que para su gloria yo haga dar vueltas a las cabezas de los demás. Con esta intención me he educado y entregado en manos del arte.
»La calle que rumorea sin tregua día y noche, se halla es­trechamente vinculada al alma contemporánea, como las pri­meras notas de una abertura, cuando el telón del teatro, lleno de misterio y tinieblas, no se ha levantado aún, pero ya inciden sobre él las luces de los focos. La ciudad que rumo­rea y resuena incesantemente, sin tregua, al otro lado de las puertas y las ventanas, es para cada uno de nosotros la gran abertura de la vida. Me gustaría escribir sobre la ciudad se­gún estos conceptos.»
Entre las poesías de Zhivago no se encontró ninguna de este género. ¿Acaso el poema Hamlet puede figurar en este grupo?

lunes, 26 de enero de 2009

The kite runner. Khaled Hosseini.


"The conversation inevitab]y turned to the Taliban. "Is it as bad as I hear?" I said.
"Nay, it's worse. Much worse," he said. "They don't let you be hu­man." He pointed to a scar above his right eye cutting a crooked path through his bushy eyebrow. "I was at a soccer game in Ghazi Stadium in 1998. Kabul against Mazar-i-Sharif, I think, and by the way the play­ers weren't allowed to wear shorts. Indecent exposure, I guess." He gave a tired laugh. "Anyway, Kabul scored a goal and the man next to me cheered loudly. Suddenly this young bearded fellow who was patrolling the aisles, eighteen years old at most by the look of him, he walked up to me and struck me on the forehead with the butt of his Kalashnikov.
Do that again and I'll cut out your tongue, you old donkey!' he said." Rahim Khan rubbed the scar with a gnarled finger. "I was old enough to be bis grandfather and I was sitting there, blood gushing down my face, apologizing to that son of a dog.""

domingo, 18 de enero de 2009

Viaje a la Alcarria. Camilo José Cela

"Es mala hora para entrar en el pueblo y el viajero decide buscarse un alojamiento, cenar, echarse a dormir y dejarlo todo para el día siguiente. La luz de la mañana es mejor, más propicia para esto de andar vagando por los pueblos, hablando con la gente, mirando para las cosas, apuntando de cuando en cuando alguna nota o alguna impresión en un cuadernito. Por las mañanas parece, incluso, como que la gente mira al forastero con mejores ojos, recela menos, se confía antes, se muestra más dispuesta a facilitarle algún dato que busca, un vaso de agua que pide, un papel de fu­mar que precisa. La gente, por la noche, está cansada, y la oscuridad, además, la vuelve recelosa, desconfiada, preca­vida. A la mañana, en cambio, sobre todo cuando el verano está ya cerca y los días son más largos, la luz más clara y la temperatura más benigna, la gente parece como si fuera más bondadosa y más acogedora, y los pueblos tienen otra cara más alegre, más optimista, más jovial."

martes, 13 de enero de 2009

La mancha humana. Philip Roth.


"Hacia la segunda mitad de su segundo semestre como profesor permanente, Coleman pronunció el par de palabras fatídicas que le harían cortar voluntariamente todos sus vínculos con la universidad, las dos palabras fatídicas entre los mu­chos millones que había pronunciado en sus años de ense­ñanza y administración en Athena, y la palabra que, tal como Coleman entendía las cosas, causó la muerte de su es­posa. Catorce eran los alumnos de la clase, y Coleman ha­bía pasado lista al comienzo de las primeras lecciones, a fin de aprenderse sus nombres. Puesto que en la quinta semana del semestre aún había dos nombres a los que nadie res­pondía, a la sexta semana Coleman preguntó al inicio de la clase:
-¿Conoce alguien a estos alumnos? ¿Tienen existencia sólida o se han hecho negro humo?
Al cabo de unas horas se sorprendió al ser llamado por su sucesor, el nuevo decano de la facultad, para comunicar­le la acusación de racismo efectuada contra él por uno de los dos alumnos que no asistían a clase, el cual resultó ser de raza negra y, pese a estar ausente, se había enterado enseguida de la expresión con la que el profesor había plan­teado públicamente el problema de su ausencia."