domingo, 30 de marzo de 2008

Un lugar llamado Nada. Amy Tan


"Al cruzar la frontera y entrar en Birmania, por la ventana del autobús se ven las mismas bonitas flores que en China: margaritas amarillas, hibiscos escarlata y lantanas que crecen con tanta profusión como la mala hierba. Nada cambia de un país a otro, o al menos eso les parerció a mis amigos.
Pero, en realidad, todo se había vuelto repentinamente más denso y salvaje, devorándose a sí mismo como hace la naturaleza cuando se la descuida durante un centenar de años. Fue la sensación que tuve cuando crucé esa frontera, como si yo, al igual que H.G.Wells en su máquina del tiempo, conservara la misma conciencia pero hubiese sido catapultada al pasado."

domingo, 23 de marzo de 2008

Bajo el dragón. Viajes por Birmania, un país traicionado. Rory MacLean



"El padre de Ni Ni se quedó sin trabajo a finales de aquel verano. Le habían acusado de hablar de política con los extranjeros, un infundio de otro masajista más joven que codiciaba su puesto. El encargado del hotel le despidió sin contemplaciones. Más valía echar a un empleado que arriesgarse a tener problemas con las autoridades. Lo irónico era que el padre de Ni Ni había criticado realmente al régimen mientras masajeaba la espalda a los suecos bronceados y relajaba los músculos cansados de los tailandeses."

sábado, 15 de marzo de 2008

Los días de Birmania. George Orwell


"- ¡Ah doctor! - dijo Flory tendido en el sillón-. !Qué alegría más grande estar aquí después de haber pasado por ese condenado Club! Cuando vengo a su casa me siento como un pastor no-conformista que se escabulle de la ciudad y se marcha a casa con una fulana. Necesitaba descansar de ellos -señaló con el tacón en dirección al Club-, de mis queridos compañeros, los baluartes del Imperio. El prestigio británico, la carga que tiene que soportar el hombre blanco, el pukka Sahib sans peur et sans reproche ..., ya me entiende. Menudo alivio estar alejado de toda esta porquería por un rato."

viernes, 7 de marzo de 2008

El arpa birmana. Michio Takeyama





"A donde quiera que uno se dirige en Birmania, la gente de aquí es animada. Se enfrentan a la vida y a la muerte siempre con la misma sonrisa. Las cosas de este mundo y las del otro, si son enojosas, se las confían enteramente a Buda; por lo demás viven libres de egoísmo, en una envidiable indiferencia. Y así labran la tierra, cantan, bailan y disfrutan cada día que pasa.
Birmania es una tierra pacífica. Es débil y pobre, pero aquí se encuentran flores, música, resignación, luz del sol, Budas, y sonrisas..."

domingo, 2 de marzo de 2008

El afinador de pianos. Daniel Mason


"En medio del caos del duelo, cuando todos se marcharon y se llevaron al niño, Edgar distinguió la moneda en el suelo, sobre la huella que el cuerpo había dejado en la tierra. Supuso que nadie había reparado en ella, y la cogió sencillamente porque era del pequeño y no le pareció bien que se perdiera en aquel rincón de la selva. Edgar no sabía que se equivocaba: ni la habían pasado por alto ni la habían olvidado; brillaba como el oro bajo la luz del sol, y todos los críos la habían visto y la habían deseado. Pero lo que los niños sabían, y él no entendía, se lo podrían haber explicado cualquiera de los mozos que cargaban cajones en el tren. Le habrían dicho que los talismanes más poderosos son los que se heredan, y que con ellos se transmite también la suerte."

On the road. Jack Kerouac


"En Oakland me tomé una cerveza entre los vagabundos de un saloon que tenía una rueda de carreta en la puerta, y estaba una vez más en la carretera. Dejé atrás Oakland para llegar a la carretera de Fresno. De dos saltos llegué a Bakersfield, unos seiscientos kilómetros al Sur. El primero que me recogió estaba loco; era un chaval rubio que iba en un trasto lleno de remiendos.
- ¿Ves este dedo?- me dijo mientras lanzaba el trasto aquél a ciento y pico por hora adelantando a todo el mundo.
- Míralo.- Estaba cubierto de vendas. -Me lo acaban de amputar esta misma mañana. Los hijoputas querían que me quedara en el hospital. Cogí mi bolsa y me largué. ¿Qué es un dedo?"

Cartas desde Birmania. Aung San Suu Kyi


"Cuando era niña, en Navidad se solían montar mercadillos de caridad para ayudar a distintas instituciones benéficas, en los que Santa Claus, asfixiado en sus abultadas galas de gruesa tela roja y tras su ondulante barba blanca de algodón, se encargaba de la Lucky Dip (caja de premios*). En una de esas ferias, gané una botella de whisky, que por entonces era un objeto infrecuente y caro. Yo, claro, me llevé un gran chasco, pues esperaba conseguir un juguete o al menos un paquete de caramelos, y estaba absolutamente perpleja por la cantidad de viejos (o eso me parecían a mí) que se acercaban a felicitarme por la suerte que había tenido. Mi madre me pidió que le diera la botella a uno de aquellos entusiasmados hombres que se apelotonaban a mi alrededor, cosa que hice encantada, pero no pude entender por qué el agraciado me dio las gracias tan efusivamente. Aquel incidente mermó mi confianza tanto en la caja de premios como en el gusto de los mayores."

* Caja llena de serrín en la que los niños rebuscan para sacar una papeleta premiada.

City of glass. Paul Auster

Matilda. Roald Dahl


"'Daddy', she said, 'do you think you could buy me a book?'
'A book?', he said. 'What do you want a flaming book for?'
'To read, Daddy'.
'What's wrong with the telly, for heaven's sake? We've got a lovely telly with a twelve-inch screen and now you come asking for a book! You're getting spoiled, my girl!'"

La ciudad y los perros. Mario Vargas Llosa


"Sólo tenía dos pares de zapatos y ahí no le servían de mucho las mañas, aunque sí un poquito. Llevaba al colegio unos zapatos negros con cordones, que parecían de hombre, pero, como tenía pies pequeños, disimulaba. Los tenía siempre brillando, sin polvo ni manchas. Al volver a su casa seguramente se los quitaba para lustrarlos, porque yo la veía entrar con zapatos negros y, poco después, cuando yo llegaba para estudiar, tenía puestos los zapatos blancos y los negros estaban en la puerta de la cocina, como espejos. No creo que les echara pomada todos los días, pero sí les pasaría un trapo."