domingo, 30 de marzo de 2008

Un lugar llamado Nada. Amy Tan


"Al cruzar la frontera y entrar en Birmania, por la ventana del autobús se ven las mismas bonitas flores que en China: margaritas amarillas, hibiscos escarlata y lantanas que crecen con tanta profusión como la mala hierba. Nada cambia de un país a otro, o al menos eso les parerció a mis amigos.
Pero, en realidad, todo se había vuelto repentinamente más denso y salvaje, devorándose a sí mismo como hace la naturaleza cuando se la descuida durante un centenar de años. Fue la sensación que tuve cuando crucé esa frontera, como si yo, al igual que H.G.Wells en su máquina del tiempo, conservara la misma conciencia pero hubiese sido catapultada al pasado."

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