jueves, 10 de abril de 2008

Autobiografía de un adicto al opio. H.R. Robinson



"Antes del alba, una mañana de noviembre, salí de mi camarote para ser testigo una vez más de la magia del amanecer sobre el delta del Irrawaddy. Por encima de los bancos de arena cubiertos de niebla, se erguían los htis de pequeñas pagodas blancas, pero eran los primeros rayos del sol sobre el dorado hti de la pagoda Shwe Dagon lo que yo estaba esperando ver. Era mi saludo de bienvenida a mi regreso a Birmania, mi país de adopción, el país que conocía y conocería aún los extremos de mi dicha y de mi tragedia. Anhelaba esa tierra como el alma puede anhelar su unión con el infinito, pero incluso en ese anhelo había tristeza, una aguda sensación semejante a la despedida."

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