viernes, 7 de agosto de 2009

Cuentos para soñar. María Teresa León

"Aquello fue todo lo que pudo oir el Pájaro Azul. Nos balanceó un momento, sacudió sus alas y plaf, Pulgarcito y Nenasol caímos abrazados sobre un camión cargado de verduras que estaba parado en la calle.
Las coles y las lechugas habían detenido el golpe. Pulgarcito, que conoce el lenguaje de las plantas y de los bichos, una vez pasado el susto les preguntó:
- ¿A dónde vais, señora col?
- Al mercado, Pulgarcito-, contestó abriendo muy oronda sus hojas.
- Y eso ¿qué es?- volvió a preguntar.
- Un sitio, añadió la lechuga muy peripuesta y rizada, donde nos ponen para que los ricos nos compren.
Yo me estaba riendo mucho de Pulgarcito y de las verduras, cuando salió un caracol, que meneando los cuernos dijo:
- Qué presumida eres; con tal de que te vean, no te importa que te coman luego; pareces una mujer.
Yo me sentí ofendida; con el tiempo también mis falditas rojas crecerían un poco y sería como mamá y tendría niños a los que contaría cuentos y les haría ir a la escuela para que aprendiesen a leer.
- Estás equivocado, caracol; las niñas también son humildes y buenas.
No me entendió: volvió sus ojos largos hacia mí, y yo, enfadada del todo, aproveché una parada del camión para tirarme, llevándome detrás a Pulgarcito."

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