miércoles, 25 de febrero de 2009

Viento y joyas. El día del Watusi. Francisco Casavella.

"Los Estudiantes aparecieron ante mi vista de halcón. Unos, como en rebaño, llevaban pancartas y recitaban un lema que desde esa altura no podía entender. Otros, como avispas que entran y salen de un enjambre, con el paso ágil, alerta, y un periódico en la mano, increpaban a los ciudadanos, se adelantaban al grupo y oteaban en las esquinas sin ver­ lo que a mí en ese momento ya me era dado divisar: varias furgonetas de la policía se detenían en un cruce a mi izquierda y empezaban a ascender en formación hasta la calle por donde muy pronto iban a transitar los Estudiantes, po­bres, que seguían gritando, ahora podía oírles, «¡Franco asesino!», a sabiendas de que eso estaba muy mal visto. Las voces eran desgarradas y por encima de ellas sobrevolaba una emocionante tristeza, era una manifestación de tarde de domingo; no como otras que había visto en las que los Estudiantes, imitando un sifón, empezaban a decir nada más ver a la policía y en reflejo verbal de sus movimientos: «¡Que vienen! ¡Que vienen! (aquí el sifón). ¡Ya llegan! ¡Ya llegan! Sh-sh. ¡Ya bajan del carro! Sh-sh. ¡Ya sacan las porras! Sh-sh».

No hay comentarios: