domingo, 28 de septiembre de 2008

Memorias de África. Lejos de África. Sombras en la hierba. Isak Dinesen


"La noche tropical posee el aire acogedor de la catedral católica romana, en contraste con las iglesias protestantes del norte que puedes visitar sólo cuando te dejan, durante los oficios. Aquí, en esta gran estancia, la gente viene y va, es el sitio donde ocurren las cosas. En Arabia y en África, donde el sol de mediodía te mata, la noche es el tiempo para viajar y trabajar. Las estrellas tienen nombre aquí porque han guiado a los seres humanos desde siglos, conduciéndoles por largas líneas a través de las arenas del desierto y el mar, una hacia el este y otra hacia el oeste, una al norte y otra al sur. Los automóviles funcionan bien por la noche y es agradable conducir bajo las estrellas, y adquieres la costumbre de fijar las citas con tus amigos del campo para el tiempo de la próxima luna llena. Empiezas los safaris con la luna nueva para beneficiarte de un ciclo entero de noches de luna. Te resulta extraño cuando vuelves a Europa encontrarte con que tus amigos de las ciudades viven sin tener en cuenta los cambios de luna y casi la ignoran. La luna nueva fue la señal de acción para el camellero de Kadija cuya caravana se puso en marcha cuando apareció en el cielo. Con su rostro vuelto hacia ella fue uno de los "filósofos que tejen sus sistemas del Universo de la luz de la Luna". Debió de contemplarla mucho, porque la tomó como el signo de la conquista."

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