domingo, 6 de julio de 2008

Habana Negra. Georgina Jiménez


"Algo tenía la sinuosa cadencia de las habaneras que deleitaba a Sidney. En especial la que escuchaba ahora, la Habanera "Tú". Sintió deseos de asir a Caridad por la cintura y bailar, o más bien dejarse llevar por ella marcando los pasos, pero no estaban en una pista de baile, sino en la glorieta de Prado y Malecón donde, una vez por semana, la banda municipal ofrecía sus conciertos con un ameno repertorio. Esa noche Caridad no trabajaba. Cuando eso ocurría salían a bailar, al cine o al teatro, o simplemente a pasear y, siempre que podían, se llegaban a las funciones musicales nocturnas al aire libre".

No hay comentarios: