martes, 15 de abril de 2008

La vuelta al mundo de un novelista (2). Los tres cabellos de Buda. Vicente Blasco Ibáñez


"Se extiende el oro por los santuarios, y los reflejos pálidos y discretos de su materia tallada parecen un homenaje de humildad ante el oro cegador y estrepitoso del cono central. Hay templos cuyo dorado empieza a desconcharse con la viruela blanca de los siglos. Otros de construcción reciente ofrecen el color gris de la albañilería, en espera de generosos devotos que paguen los adornos que deben cubrirlos. Veo santuarios completamente azules. Tienen sobre sus láminas de laca celestes flores y hojas nacaradas que forman enrejados blancos con reflejos de perla. Y todos estos templos, apoyados unos en otros para disputarse un terreno cada vez más escaso, ofrecen el mismo aspecto de amontonamiento que los panteones de las necrópolis occidentales."

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